Actualmente, existen tres tipos de dirección asistida: hidráulica, electro-hidráulica y eléctrica. La asistencia con líquido ha sido la más popular.
Aunque su creación e implementación en los vehículos data del siglo anterior, es posible que aún muchos desconozcan su funcionamiento e importancia. Para entender mejor su eficacia, la dirección hidráulica -o asistida como también se le conoce- ha sido considerada uno de los avances tecnológicos de mayor relevancia en la industria automotriz.
¿Por qué? Pues gracias a ella no es necesario emplear tanta fuerza para girar y/o maniobrar el volante al conducir. Esta ventaja permite un mejor control de la unidad a bajas velocidades. A altas velocidades, en cambio, exige mayor precisión y concentración de la dirección. Aunque el desarrollo de tecnologías ya ha solucionado este último punto.
Origen
La dirección hidráulica fue el primer invento de asistencia en este aspecto. Su creación se atribuye al ingeniero Francis W. Davis allá por 1926. Fue diseñada para implementarla a camiones pesados y autobuses a fin de que cualquier persona capacitada pudiera maniobrarlos sin problema.
Funcionamiento
El sistema de dirección hidráulica, obviamente, usa energía hidráulica para brindar asistencia. Esta funciona a través de una bomba que transmite más fuerza al volante por cada giro gracias al líquido que es enviado a la cremallera a través de los tubos y mangueras del circuito.
De esta forma, el líquido realiza casi todo el trabajo de la dirección, reduciendo notablemente el esfuerzo del conductor sobre el volante.
Aquí un video sobre el tema.
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